CRITICALIA CLÁSICOS
Disponible en Filmin y Prime Video
[Tras la reciente muerte de Roger Corman, director, productor, guionista y actor, y en su homenaje, recuperamos la critica de una de sus más celebres películas como director, El hombre con rayos X en los ojos. El lector interesado en su figura puede consultar también las críticas de estos otros films también dirigidos por él: La pequeña tienda de los horrores y El terror; y también las de estos otros, que llevan su firma como productor: El tiroteo, de Monte Hellman, La cárcel caliente, de Jonathan Demme, y Piraña, de Joe Dante]
Roger Corman es toda una institución en el cine de serie B americano. Ha sido productor (de hecho sigue produciendo cuando se escriben estas líneas), director, guionista, actor, sonidista y hasta especialista o doble (en una sola película, es cierto). Corman dio su primera oportunidad a directores como Francis Ford Coppola, y para él trabajaron cineastas como Monte Hellman, Peter Bogdanovich, Martin Scorsese, Jonathan Demme y Joe Dante, entre otros muchos. Corman fue un director y productor de cine de género, incluso de subgénero, con una fórmula magistral que no se puede decir que la inventara pero sí la llevó a su máximo rendimiento: rodajes rápidos, películas baratas, temas populares. El cine pulp tiene en él uno de sus máximos exponentes.
El hombre de los rayos X en los ojos pertenece a la que se puede considerar su mejor época, la de los años sesenta, cuando consiguió ser una referencia en el cine popular de terror con films como La caída de la casa Usher (1960), La pequeña tienda de los horrores (1960), El péndulo de la muerte (1961), El cuervo (1963) y La máscara de la muerte roja (1964), casi siempre a vueltas con el universo de Edgar Alan Poe o adyacentes. Esta El hombre de los rayos… tiene una temática, la fantacientífica de serie B, que Corman explotó con mayor empeño en la década de los cincuenta, por lo que se puede considerar que es una coda o estrambote de aquella etapa.
Pero precisamente por eso, el film es notable, entonado en su mezcla de historia pulp de corte popular y fantasía científica que imagina que un investigador, que explora la posibilidad de ampliar el espectro visual del ser humano, da con una droga, que experimenta en sí mismo, y que le hace ver lo que nadie ha visto, le permite taladrar con sus ojos absolutamente todo: ropa, tejidos, huesos, en los seres humanos, pero también muros, paredes, incluso el suelo, en la mera tierra. Quizá trasunto fílmico en clave visual del célebre relato de Borges Funes el memorioso (quien lo escuchaba todo, lo sabía todo), El hombre de los rayos X en los ojos es un estimulante acercamiento al tema del Mad Doctor, en su variante del hombre que se sacrifica en el ara de la ciencia, que se arriesga demasiado en su búsqueda de un prodigioso adelanto científico.
Film finalmente sobre la necesidad de que la ciencia investigue sobre seguro, sin saltos en el vacío, El hombre de los rayos X en los ojos dejó en su momento algunas imágenes que sin duda debieron ser muy llamativas para la época, como la escena en la que el protagonista, por primera vez, empieza a ver los cuerpos desnudos debajo de las ropas, que no son obstáculo para sus ojos ahora tan penetrantes; y es que estábamos en 1963, y aunque la escena está planificada para que ellas estén de espaldas (ellos sí de frente, aunque filmados de cintura para arriba), es evidente que en su momento debió encandilar, quizá escandalizar, a una sociedad no acostumbrada a ver tanta epidermis en la pantalla.
Ray Milland está fantástico en su papel, un actor sobrio, de interpretación clásica, que compone con maestría el personaje del científico cuya obsesión le buscará la ruina profesional, personal, sentimental.
(19-02-2017)
79'