Pelicula:

CRITICALIA CLÁSICOS


Disponible en Filmin y Prime Video.


Johnny Guitar es, sin duda, un western fuera de serie, en el sentido estricto de la expresión, un verso suelto en un género cinematográfico que cuenta sus títulos por miles, un film que entra en el muy minoritario club de cintas del Oeste que se saltan las propias reglas no escritas y sus coordenada habituales, como pudieran serlo también Encubridora de Fritz Lang, con Marlene Dietrich, o Duelo al sol de King Vidor, con el memorable personaje de la mestiza Perla Chávez que encarnaba Jennifer Jones, con un tramo final inenarrable.

Todas ellas son cintas de los años cincuenta, cuando aún imperaban las vacas sagradas del cine del Oeste, maestros del calibre de Howard Hawks, John Ford o Raoul Walsh. Vendría luego el regeneracionismo clasicista (sin traicionar la historia, pero tampoco siguiéndola al pie de la letra) de Clint Eastwood, culminando en títulos del increíble nivel de El jinete pálido (mi favorita) o la oscarizada Sin perdón, también magnífica. De ahí el mérito y la originalidad de las cintas citadas arriba, su contracorriente y su rompimiento con los moldes habituales.

Johnny Guitar sale a la luz por varios motivos: ser un producto de una pequeña productora independiente, Republic Pictures, contar con Joan Crawford (que poseía los derechos de la novela original), y tener como realizador a Nicholas Ray, en plena y temprana madurez, un año antes de su film más emblemático y famoso, Rebelde sin causa, nada menos que con James Dean. Todo ello contribuyó a tener una libertad inusual en las grandes majors de Hollywood. Incluso sus desesperados y famosos diálogos se benefician de ello, frases míticas como "Dime una mentira, dime que me amas" o "Miénteme, di que me has esperado todos estos años"... la hermosísima balada de Peggy Lee que envuelve la trama... y los protagonistas, Vienna, mujer fuerte que regenta una casa de juego, y Johnny, un implacable pistolero que ha cambiado su arma por su guitarra, y reaparece inesperadamente...

En ese momento Joan Crawford estaba en el final de su estrellato, lejos sus años de locuras y desnudos en los 30 y los 40, pero aún tenía influencia suficiente para exigir que sus escenas se hicieran en estudio, con iluminación y planos supervisados. Y enfrente un actor poderoso como Sterling Hayden, que rodaría ese mismo año Suddenly junto a Frank Sinatra, y un par de años antes de Atraco perfecto, de Stanley Kubrick, que acabó de encumbrarlo. En el reparto también aparecen nombres de peso, precisamente en el género western, como Mercedes McCambridge (la feroz antagonista de Vienna), el fordiano Ward Bond, Scott Brady o Ernest Borgnine.

A señalar, como una muestra más del carácter atípico de Johnny Guitar, el duelo final, escena tan emblemática en innumerables películas del Oeste, pero que aquí se nos muestra con protagonistas insólitos, dos mujeres, solas, en un paisaje escarpado, una a cada lado de una mansión que decidirá su suerte, en esta lisérgica historia rodada en una fotografía en color, de exóticos y extraños matices del sistema Trucolor, inventado por la Republic Pictures y que tuvo efímera existencia...

No es de extrañar que cuando esta película se estrenó en Francia, los críticos de Cahiers du Cinéma (que pocos años después alumbrarían la Nouvelle Vague) alucinaron -literalmente- con ella y proclamaron a Ray como continuador y relevo de los grandes maestros estadounidenses. Su carrera ciertamente se prolongaría dos décadas más, con títulos interesantes, como Amarga Victoria o Chicago, año 30, hasta terminar en los años sesenta por tierras españolas, rodando en Madrid para Samuel Bronston dos superproducciones, Rey de Reyes y 55 días en Pekín, no exentas de interés (sobre todo la primera), pero lejos del tono autoral de otras obras suyas y no digamos de esta Johnny Guitar  que glosamos.

El final es triste. Vendrán años de obsesión por el recuerdo de James Dean, alcoholismo, ruina económica, drogas y enfermedad. Sólo le sostiene su amistad con Wim Wenders, que le ayuda con algunas colaboraciones. Y ya en 1980 se reúnen ambos para filmar Relámpago sobre agua, crónica dura y descarnada sobre el definitivo final de Nicholas Ray, un autor lleno de arte y personalidad que nos legó películas inolvidables...


 


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110'

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Johnny Guitar - by , Feb 05, 2023
5 / 5 stars
Alucinada, lírica y febril