Pelicula:

ESTRENO EN DISNEY+.


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Disney sigue con su tónica de rehacer sus grandes clásicos de animación, ahora en imagen real, aprovechando las casi infinitas posibilidades que otorga la tecnología digital. Descubrieron el filón con Alicia en el país de las maravillas (2010), quizá la última gran película de Tim Burton, y después han ido rodando de nuevo, uno tras otro, la mayoría de sus clásicos de animación tradicional (léase en dos dimensiones, no en tres). Así se han ido sucediendo Maléfica (2014) (nueva versión, bastante libre, de La bella durmiente de 1959), Cenicienta (2015), El Libro de la Selva (2016), La bella y la bestia (2017), Dumbo (2019), Aladdin (2019) y El rey león (2019). Ahora le toca el turno al remake del clásico homónimo de 1989, pero, conforme a la tónica que ha animado (por decirlo de alguna forma...) a las más recientes de esas nuevas versiones, esta costeadísima película (ha contado con un presupuesto de 250 millones de dólares, que se dice pronto...) es bastante inferior a su original. Es lo que tiene hacer films haciendo números con una calculadora en lugar de buscar gente con talento para rodarlos. Como suele ocurrir también en algunos casos, aquí parece que, por fin, el filón se está agostando, y tras la modesta recepción en taquilla de Dumbo, esta nueva La sirenita se ha estrenado con cifras moderadas en el mercado Estados Unidos-Canadá, lo que hace aventurar que, quizá (ojalá mejor...), los directivos de la Casa del Ratón se replanteen a partir de ahora esta línea de negocio de rehacer los clásicos... Claro que, pensándolo bien, ya prácticamente casi no quedan, como no sea Peter Pan, Blancanieves y Fantasía, además de otros clásicos menores, como Los aristogatos o Robin Hood.

La historia de este remake sigue bastante cercanamente la que todos conocemos, con Ariel, la sirenita, que suspira por conocer el mundo de los humanos, a lo que su padre el rey Tritón se niega rotundamente. Pero cuando la chica se enamora de un muchacho, Eric, cuyo barco naufraga y al que salva de morir ahogado, las cosas se pondrán difíciles: la malvada Úrsula, que quiere destronar a Tritón y convertirse ella en reina de los mares, embosca a la chica, quitándole la voz a cambio de poder tener piernas y vivir como humana; pero si antes de tres días Ariel y el joven Eric no se besan, la sirenita pasará a pertenecerle para siempre...

Llama la atención que esta nueva versión no sea sino una versión adocenada y conformista del clásico de finales de los años ochenta. Toda su osadía se queda en hacer que la protagonista, que en el original disneyano de hace más de tres décadas era de piel blanca y de pelo rojo, aquí sea mulata... pues vaya osadía... Por lo demás, el resto de la historia es tan tradicional y antiguo como el clásico, lo que en aquella época era normal, pero no en este nuevo y costoso proyecto que nada aporta a lo ya conocido, que nada nos dice, ni nuevo ni viejo, y que tampoco es que sea la octava maravilla en la puesta en escena.

Porque esa es otra: Rob Marshall, el director, nos encandiló con sus primeras películas, la estupenda versión del célebre musical, Chicago (2002) y la muy entonada historia romántica Memorias de una geisha (2005). Pero a partir de ahí, fichado por el cine “mainstream”, el cine de mucho espectáculo y poca chicha, sus films han caído en la rutina y la desidia: ya petardeó con la versión al cine del musical Nine (2009), para empeorarlo con la cuarta parte de Piratas del Caribe, la titulada En mareas misteriosas (2011). Esta olvidable versión de La sirenita sigue la misma tónica, la del cine sin alma, sin creatividad, una mera sucesión de planos que más o menos entretienen a los más pequeños, pero poco, o nada, dice a los adultos.

Y no vale argumentar “es cine para niños”, entre otras cosas porque con esa frase estaríamos insultando a los niños, como si en vez de ser humanos en formación, fueran imbéciles o retrasados (o como se diga ahora...): las grandes películas de Pixar (la saga de Toy Story, WALL-E, Up, Del revés...) son cine para niños y son, sobre todo, Cine, con mayúsculas, un prodigio de creatividad cinematográfica. Pero esta La sirenita y, sobre todo, las últimas versiones de los clásicos Disney (Dumbo, Aladdin, El rey león) son amorfas actualizaciones de sus predecesoras, en lo que lo único que varía, mayormente, es la imagen, pero sin aportar absolutamente nada.

Así las cosas, poco hay que destacar en esta La sirenita... como mucho, el buen hacer de algunos intérpretes, como la protagonista Halle Bailey (no confundir con su cuasi homónima Halle Berry, la oscarizada actriz de Monster’s ball), que hace una sirenita étnica y agradable; más flojito vemos a su amado en la pantalla, Jonah Hauer-King, que nos parece que tiene el mismo carisma que una almeja (este símil viene muy a propósito, dado el elemento marino en el que se desarrolla buena parte de la historia...); Melissa McCarthy no resulta demasiado convincente como la oronda Úrsula, la villana de la peli; y nuestro Javier Bardem se marca un rey Tritón curioso, en lo que parece una película para que sus hijos puedan ver a su papi en una gran pantalla, cosa imposible, por ahora, con las otras cintas del madrileño, poco adecuadas, generalmente, para la grey infantil...

Eso sí, las canciones originales siguen siendo muy bonitas y pegadizas, como ese Bajo el mar; sin embargo, las nuevas que se incorporan a la banda sonora, originales del nuevo talento musical de Hollywood, Lin-Manuel Miranda, pasan más bien desapercibidas...

(10-06-2023)


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135'

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La sirenita - by , Sep 11, 2023
1 / 5 stars
Una versión adocenada y conformista