Pelicula:

Pablo Berger (Bilbao, 1963) es un director y guionista español que estudió cine en la Universidad de Nueva York e impartió clases también en la Gran Manzana. Su carrera audiovisual se centró en sus primeros años fundamentalmente en spots publicitarios y videoclips, dando al salto al largometraje (aunque antes ya había hecho un corto, el premiado Mamá, en 1988) con este Torremolinos 73. Su carrera posterior, que se ha venido desarrollando con grandes períodos de tiempo entre cada título, incluye, cuando se escriben estas líneas, Blancanieves (2012), personalísima relectura del clásico cuento, que consiguió 10 Goyas, entre ellos el de Mejor Película, y que para nuestro parecer es uno de los grandes films españoles del siglo XXI; y Abracadabra (2017), especie de comedia negra que bajó varios peldaños sobre la excelsitud de su anterior título.

Pero la primera película con la que se dio a conocer Berger fue esta Torremolinos 73, ciertamente curiosa, que se acercaba a un fenómeno probablemente cierto (de hecho, se cita que el film está inspirado en hechos reales). España, a principios de los años setenta. Alfredo, cerca de los cuarenta, es vendedor de enciclopedias a domicilio, cuyo negocio empieza a irse a pique ante el empuje de la entonces incipiente venta de fascículos semanales; está casado con Carmen, de profesión sus labores, como se decía entonces, que desea sobre todas las cosas tener un hijo. Como las cosas van mal en la editorial de las enciclopedias de Alfredo, los convocan a un congreso en el que les explican que una empresa danesa les ofrece participar en un proyecto educativo, la “Enciclopedia de la Reproducción en el Mundo”, que llevaría como material adicional una serie de filmaciones de cómo se realizan las cuestiones reproductivas en diversos países. El director de la editorial les propone a sus vendedores grabarse a sí mismos haciendo el amor con sus mujeres para ese “proyecto educativo”. Renuentes en principio, pero ante las negras perspectivas económicas, la pareja finalmente accede, y empiezan a rodarse en sus momentos íntimos, fiados sobre todo en que ese material solo se podrá ver en el extranjero, en Dinamarca concretamente...

Torremolinos 93 busca aproximarse a una época, la del tardofranquismo, en el que el sexo seguía siendo todavía tabú, aunque empezaba a otearse una cierta liberalización social, que no política, aunque esta también llegaría no tardando mucho. En ese contexto, con los nuevos vientos que empezaban a correr en Europa (son los años de El último tango en París y de las excursiones masivas de españolitos "salidos" a Perpiñán para ver pelis de destape, satirizadas en films como Lo verde empieza en los Pirineos), no es demasiado extraño que, apoyándose en las penurias económicas de algunas parejas, se tentara con el dinero fácil de rodar pornos caseros para su exhibición en países más relajados en la materia, y sobre esa base argumental Berger construye su dramedia, en el fondo una historia romántica ambientada en un entorno de “hardcore” de (literalmente...) andar por casa.

Opta Berger, con buen criterio, por un estilo funcional en la puesta en escena con la nada impremeditada intención de hacer recordar (a los que por edad podemos hacerlo, desde luego) aquel tipo de cine que se hacía en los años setenta, incluso con el mismo tipo de iluminación y fotografía, con una muy cuidada ambientación de localizaciones, vestuario y atrezzo. Ello se refuerza con recursos tales como una banda sonora adobada de canciones de éxito de la época e incluso la asistencia al cine de la pareja protagonista para ver films que vienen al pelo, como Adiós, cigüeña, adiós, de Manolo Summers, que encaja tan bien con el tono y el tema del film. Como en segunda línea argumental asistiremos al proceso de toma de conciencia de lo que puede ser el cine por parte de Alfredo, el protagonista, en especial a partir de la visión de El séptimo sello, de Bergman, que le hará ver que hay otra manera de ver cine además de cómo mero entretenimiento.

En el fondo una mirada no exenta de tristeza hacia las relaciones de pareja y los estereotipos machistas de la época (en puridad, de todas las épocas...), la película juega con habilidad con el subterfugio de rodar pornos caseros como si fueran productos educativos, aunque todos (incluidos los protagonistas) sospechan que es otra cosa bastante menos elevada. Los pornos caseros rodados por la parejita serán cutres pero ingeniosos, sin obviar algunos de los arquetipos típicos del subgénero, desde el butanero a la enfermera sexy.

Estamos entonces ante una película que ilustra un tema prácticamente inexistente en el cine español, el del rodaje de pornos en el entorno familiar con destino al extranjero en una época en la que era sencillamente inimaginable tal cosa en una sociedad aún biempensante y muy conservadora y tradicional, como había moldeado el régimen a su imagen y semejanza.

Buen trabajo actoral de la pareja protagonista, con un Javier Cámara imbuido en su papel de amante marido aunque con los resabios machistas ambientales de su tiempo, y una Candela Peña como dulce esposa que desea a todo trance tener un hijo. Los secundarios bien, con un impagable Juan Diego, como siempre estupendo, y algún actor que entonces era desconocido, como Mads Mikkelsen, que formaba parte de la cuota de producción danesa, antes de convertirse en uno de los grandes de la interpretación en Europa.

(09-01-2022)


Torremolinos 73 - by , Jan 09, 2022
3 / 5 stars
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