Pelicula:

Joan Marés es un charnego catalanizado al que un golpe de suerte y estar en el momento adecuado en el sitio justo, por pura chamba, le proporciona un matrimonio inesperado, el que contrae con Norma, joven de la alta burguesía, catalanista furibunda, con pasión por los charnegos, que pronto se cansa de su marido y comienza a engañarlo con jóvenes no catalanes. Marés se separa de su Norma, y, tras ser agredido por unos fachas en Las Ramblas, que le dejan desfigurado el rostro, se dedica a tocar el acordeón para subsistir. Pero lo que realmente desea es volver a acostarse con Norma. Sucesivamente va adoptando en su profesión de músico ambulante disfraces tales como el Hombre Invisible o el Fantasma de la Ópera, hasta que por fin le llega el disfraz definitivo, el de un murciano, Juan Faneca, una especie de "alter ego" sin sombra de catalanidad...

Vicente Aranda filma con El amante bilingüe la tercera adaptación de una novela de Juan Marsé (tras La muchacha de las bragas de oro y Si te dicen que caí), y con ella hizo de alguna forma su particular ajuste de cuentas con una realidad, la lingüística catalana de la democracia, que fue la causa de su voluntario exilio en Madrid. Por primera vez en mucho tiempo Aranda deja un hueco para situaciones de comedia, aunque en el fondo el tono que subyace en esta historia de la burguesita catalana que se pirra por los charnegos, a uno de los cuales hace su marido para después despreciar por sucesivos emigrantes, es, a qué dudarlo, un tono dramático.

Como otras películas arandianas, y quizá con más virulencia que ninguna, ésta es una obra sobre la dependencia física, sexual y amorosa de una persona por otra. En un momento de la acción Joan Marés, el protagonista, escuchará una frase en televisión que resume acertadamente lo que sucede en el filme: "En el amor manda siempre, por derecho propio, el que menos ama". Sin embargo, aquí el director concede la posibilidad de redención, la posibilidad de que, tras una catarsis definitiva, el amante obsesionado por su amada consiga librarse de su fijación sexual. Esta conclusión de la película apuesta entonces, por primera vez en la filmografía de Aranda hasta ese momento, por la posibilidad de desprenderse de la dependencia amatoria, quizá un portillo de escape a la negrura de sus anteriores obras, tal vez también en línea con las irisaciones cómicas que el generalmente adusto cineasta catalán se permitió en este caso.

El amante bilingüe no es de las mejores películas arandianas. La confluencia del tono dramático y el cómico chirría con cierta frecuencia, y aunque pleno de las obsesiones de Aranda en cuanto a crueldad y, sobre todo, sexo, no alcanza el elevado nivel de otras de sus películas.

Imanol Arias hacía con esta su cuarta colaboración con Aranda, de las cinco que hizo, en un personaje que se desdoblaba con notable desparpajo entre el charnego catalanizado y el murciano puro, sin mezcla, para acceder a la bella que se pirraba por los no catalanes aunque ella fuera la más catalana del mundo. Ornella Muti, en su primera y única participación en un film de Aranda (lo que hace pensar que el cineasta no debió quedar muy satisfecho con ella, tan dado como era a repetir con sus actores y actrices; con toda probabilidad sería impuesta por la coproducción italiana) aporta su rotunda presencia de casi cuarentona mollar, ya que interpretativamente no alcanzó demasiado nivel. Entre los secundarios destaca una Loles León muy inspirada, la charnega que quería catalanizarse a toda costa, con cómicas escenas, y un Javier Bardem, en su única colaboración con Aranda, cuando el actor canario (aunque criado en Madrid) era todavía casi un desconocido.

Con el equipo técnico habitual (Juan Amorós en una primorosa fotografía, José Nieto en la música de ribetes catalanizantes y Teresa Font en el montaje), Aranda se encarga en solitario del guion, en la que fue la penúltima adaptación (la última sería Canciones de amor en Lolita’s Club) que haría de una novela de Juan Marsé, de corte tan ambiguamente autobiográfico que el “alter ego” de su personaje Joan Marés se llamará Juan Faneca, que es justamente el nombre de nacimiento del novelista barcelonés.


El amante bilingüe - by , Mar 04, 2018
2 / 5 stars
La catalana rijosa y el charnego desdoblado