Pelicula:

Alfonso Sánchez y Alberto López alcanzaron notoriedad en la primera década de este siglo, vía YouTube, con una serie de cortos de alrededor de 10 minutos de duración, grabados en plano secuencia y con ellos como únicos protagonistas, bajo la advocación genérica de Los Compadres, en los que interpretaban distintos estereotipos sevillanos, desde los canis (El Cabesa y El Culebra) a los señoritos (Fali y Rafi), pasando por perroflautas, toreros y demás fauna autóctona. Aquella fama más bien precaria permitió a Alfonso a saltar a la dirección y producción de largometrajes, haciendo su debut como tal con El mundo es nuestro (2012), una desvergonzada comedia ambientada en lo más profundo de la crisis económica y social iniciada en 2008, con 6 millones de parados en España, en la que Los Compadres recuperaban los personajes de El Cabesa y El Culebra, dos tiesos queriendo dar un “palo” en un banco para no doblarla para los restos; le siguió El mundo es suyo (2018), en el que interpretaban a dos señoritos sevillanos que no tienen donde caerse muertos, Fali y Rafi, y como secuela de aquella llega esta El mundo es vuestro (a este paso, a Sánchez se le van a acabar los adjetivos posesivos...).

Tras el desastre vital de la anterior entrega, vemos aquí a Rafi marchando hacia la finca de don Mauro de Urquijo, el suegro de Fali y hombre poderoso donde los haya, donde sabe que se está preparando una montería y donde intuye que puede haber posibilidad de dar el pelotazo por el que suspira desde siempre. Pero su compadre Fali no le coge el teléfono, abducido por su mujer, quien le obliga a una vida extremadamente sana (yoga, productos macrobióticos, nada de jamón...) y a abjurar de su relación de amistad con Rafi, convencida la esposa de la toxicidad de ésta. En la finca se prepara la llegada de un importante empresario chino con el que las fuerzas vivas carpetovetónicas (empresarios, políticos de toda laya, clero...) pretenden acordar la venta de los pueblos de la España vaciada, para ser repoblados por ciudadanos de aquel país...

En nuestra crítica sobre El mundo es nuestro decíamos que veíamos resabios de Berlanga y Azcona en la película. Pues nos tememos que Sánchez se lo ha debido de tomar al pie de la letra, porque esta El mundo es vuestro es, clarísimamente, una película que pretende seguir la huella del director valenciano y el guionista logroñés, ya de una forma totalmente descarada y copiando temáticas y estilos. Así, la montería a la que acude Rafi no es sino un evidente trasunto de la cacería de La escopeta nacional (1978), también con la intención de conseguir una mamandurria con la que vivir a cuerpo de rey para los restos; pero es que la espera para recibir al chino al que le quieren endilgar la España vaciada no deja de ser una mala copia de la historia de Bienvenido Mr. Marshall; por su parte, la fauna que puebla la finca (trasunto, obviamente, de España) nos recordó la equivalente que hacía de las suyas en Todos a la cárcel (1993), con sus políticos desvergonzados y sus empresarios fulleros... y ello por no hablar de las evidentes referencias icónicas a films como La vaquilla (1985).

Incluso a la hora de rodar, Sánchez opta por una de las marcas de fábrica de Berlanga, los largos planos secuencia en los que los personajes hablaban todos a la vez (con la rara cualidad de que a todos se les entendía, no como aquí...), lo que ciertamente valoramos, porque tienen una complejidad notable, si bien el resultado está a años luz de ese recurso utilizado por el autor de Plácido, no solo porque planificando Sánchez es más bien obtuso, sino porque los intérpretes, lamentablemente, nada tienen que ver con la extraordinaria pléyade actoral con la que contó Berlanga.

Por si había dudas, Sánchez se permite hasta incluir la famosa palabra “austrohúngaro”, que a lo largo de la filmografía del valenciano se constituyó también en una especie de marca de fábrica, de palabra-fetiche que en algún momento apareció en todas sus películas.

Así las cosas, queda un film divertido a ratos, dependiendo del gag en cuestión, con algunas escenas más puestas en sazón, como las lisérgicas propiciadas por el consumo de un explosivo espirituoso destilado por el facha “oficial” del film (hay otros “oficiosos”...), que permite momentos graciosos a fuer de disparatados, que es lo mejor de las pelis de Sánchez y López. Pero otras, como la penúltima escena, la de la balacera, es un desastre de planificación y de montaje, haciéndose además larguísima y pesada, que es lo que no se puede permitir una comedia.

Se agradece la parodia, la sátira desenfrenada de las élites de la piel de toro, en la que no se libra nadie: aristócratas, empresarios, políticos de toda laya, religiosos, militares, cuerpos de seguridad... hasta los antisistema se llevan lo suyo. Esa furia anti-todo quizá sea su mejor baza, aunque también supone un, quizá, horrible panorama: si nadie de la dirigencia (política, económica, social), o de la que aspira a dirigir, se libra, ¿en qué manos estamos? Ese cinismo nihilista es, a la vez, virtud y pecado; virtud porque pone el dedo en la llaga de los males de nuestra sociedad; pecado, porque nos aboca a la desesperanza más absoluta.

Está muy bien tener referentes, incluso hacer homenajes y tributos, por supuesto. No está tan bien cuando nos creemos lo que no somos. Y es que, me temo, no todo el mundo puede ser “austrohúngaro”, valga la sinécdoque del maestro levantino...

No haremos comparaciones de los intérpretes de esta manierista El mundo es vuestro, porque nadie tiene la culpa de no ser López Vázquez, o Pepe Sacristán, o “Saza”, o Laly Soldevila; eso sí, se les ve a los actores y actrices entregados, y, haciendo abstracción del modelo berlanguiano, nos ha gustado la complicidad que no decae entre Sánchez y López, esos compadres que igual son una pareja de rancios sevillanos que un par de canis perroflautas (todos ellos igual de tiesos, eso sí...), pero también una estupenda Teresa Arbolí, que compone divertidamente el papel de Esperanza Aguirre, uy, perdón, de Caridad, marquesa dirigente de partido conservador que tuvo cierto tropiezo con un policía local, pero quedó en nada... (cualquier parecido es mera coincidencia, por supuesto...).

(23-03-2022)


El mundo es vuestro - by , Mar 23, 2022
1 / 5 stars
El deseo de ser austrohúngaro