Pelicula:

Richard Thorpe (Hutchinson, Kansas, 1896 – Palm Springs, California, 1991) fue un director y guionista norteamericano que empezó como actor en 1921, para pasarse a la dirección a partir de 1923, cerrando su dilatada carrera en 1967, 44 años después. Su filmografía, por tanto, abarca tanto el cine mudo como el sonoro. Aunque Thorpe incursionó en todo tipo de géneros, como era lo habitual en aquel entonces en el cine de Hollywood, lo cierto es que sus mejores películas se inscribieron siempre en el género de aventuras. Así, fue el cineasta que más y mejor llevó a la gran pantalla el mito de Tarzán, en una serie de (justamente) recordadas películas que establecieron los cánones sobre el personaje creado por el novelista Edgar Rice Burroughs; films como La fuga de Tarzán (1936), Tarzán y su hijo (1939) y El tesoro de Tarzán (1941), entre otros, establecieron las pautas definitivas para el imaginario del inocente hombre salvaje criado por los monos.

Aunque Thorpe rodó interesantes films de otros géneros, como  el “noir” Al caer la noche (1937), no sería hasta los años cincuenta cuando alcanzaría su cénit como director, también lógicamente dentro del género de aventuras, con un ciclo de películas de capa y espada que se hizo muy popular, subgénero en el que el cineasta brilló con luz propia en títulos como Ivanhoe (1952), según la inmortal novela de Walter Scott, Los caballeros del Rey Arturo (1953), Las aventuras de Quentin Durward (1955), también sobre la novela de Scott, y esta El prisionero de Zenda, quizá el epítome de su mejor cine.

La historia se desarrolla a finales del siglo XIX, en el imaginario país de Ruritania, supuestamente situado en el Este de Europa. Allí llega el británico Rudolf Rassendyll, con intención de dedicarse a la pesca durante sus vacaciones. Pronto llama la atención el notabilísimo parecido con el monarca Rudolf V, que va a ser coronado al día siguiente; el rey lo invita a cenar esa noche, pero de repente, tras beber de una botella de vino (a lo que el soberano es aficionado en demasía...), cae fulminado. Entonces, sus altos asistentes militares proponen a Rassendyll sustituirle durante la coronación para que el hermanastro del rey, Miguel, no se proclame a sí mismo como monarca...

El prisionero de Zenda es probablemente el mejor ejemplo del gran cine de aventuras de capa y espada de los años cincuenta que se hizo en Hollwyood: hecha en estado de gracia, cuenta con un inteligente guion escrito a partir de la novela homónima de Anthony Hope, que jugaba con astucia con el mito del “doppelgänger”, la posibilidad de que existan desconocidos dobles exactos de cada persona, utilizándolo en este caso en una historia de conspiraciones para derrocar al monarca y situar en el trono a un advenedizo.


La historia, bien narrada y hábilmente trenzada por Thorpe, tiene una parte final de infarto, con una briosa lucha a espada entre el protagonista y su antagonista, un Rupert of Hentzau al que daba vida un James Mason que nunca estuvo mejor como villano que en este film, un tipo inteligente, cruel, carente en absoluto de escrúpulos. El protagonista, Stewart Granger, componía con donosura lo que se le pedía, el apuesto galán que, por duplicado, enamoraba a la bella y resultaba gallardamente heroico en su lucha contra el malo. Del resto del reparto habrá que citar a la siempre segura Deborah Kerr, en su mejor década, la de los cincuenta, la época de Las minas del rey Salomón (1950), Quo Vadis (1951), De aquí a la eternidad (1953) y El rey y yo (1956).

Gran trabajo del departamento de los efectos especiales, consiguiendo que la interacción en el mismo plano entre los dos personajes desdoblados, el rey y su primo lejano Rassendyll, quede perfecta, sin que se aprecie el truco.


La novela de Anthony Hope había sido llevada a la gran pantalla con anterioridad en dos ocasiones, en 1922 por Rex Ingram, con Lewis Stone en el papel principal, y en 1937 por John Cromwell, con Ronald Colman en el personaje desdoblado. También Peter Sellers protagonizaría su propia versión, en tono cómico, en El estrafalario prisionero de Zenda (1979), con dirección de Richard Quine.


(20-12-2019)


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96'

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El prisionero de Zenda - by , Dec 29, 2022
3 / 5 stars
Gran cine de capa y espada