Pelicula:

Fernando Colomo (Madrid, 1946) es, a qué dudarlo, uno de los nombres fundamentales de la comedia española del último medio siglo. Tuvo una primera época potente, con títulos como Tigres de papel (1977), que sería el buque insignia de lo que la Historia del Cine conoce como “la comedia madrileña”, aunque después fue perdiendo fuelle a ojos vista, como se pudo comprobar en films como Miss Caribe (1988) o Alegre ma non troppo (1994). El comienzo del siglo XXI no le sentó demasiado bien, con películas manifiestamente mejorables como Rivales (2008). Sin embargo, en los últimos años, Colomo parece haber vuelto a conectar con el público con títulos que buscan actualizar temas y hacer cine contemporáneo, de su tiempo, siempre dentro de la comedia, género abrumadoramente mayoritario en su filmografía. Así, sus últimos films, La tribu (2018) y Antes de la quema (2019), han concitado, si no el favor de la crítica (que desde su época de la “comedia madrileña” no le ha vuelto a ser propicia), sí el del público.

Una de las características del cine de Colomo ha sido su permanente intento de aproximación a temas del momento en el que ha realizado sus películas, desde la incipiente libertad sexual que trajo consigo la Transición y la democracia (Tigres de papel), hasta el entonces creciente consumo de hachís por parte de la nueva juventud de los ochenta (Bajarse al moro) y y los problemas de la inmigración en España, en clave muy edulcorada (El próximo Oriente), pasando por los conflictos laborales de nuestro tiempo (La tribu), entre otros muchos asuntos que han ido situándose en el foco de la actualidad social de cada época.


Ahora toca otro asunto de creciente vigencia, la pansexualidad, las distintas formas de enfocar la sexualidad al margen de los cánones que eran habituales hasta hace relativamente poco (aunque, evidentemente y de forma marginal, siempre existieron otros cánones), para hacer esta a ratos divertida Poliamor para principiantes, la historia de Satur, restaurador jubilado del aeropuerto de Barajas; Tina, su mujer, competente profesional de una multinacional tecnológica; y su hijo, el pánfilo Manu, que instigado por su padre intenta abrirse camino como “youtuber”, con escaso éxito. Manu, un friqui de los superhéroes (sección mamarrachos, tipo Power Rangers) y con una evidente aunque involuntaria vocación de pagafantas, se encontrará por azar con Amanda, profesional sanitaria que profesa con convicción el poliamor, manteniendo relaciones estables con cuatro personas distintas, un matrimonio al uso (bueno, más o menos...), una chica trans, y un cachas tipo portada de revista. Paradójicamente, a la vez que se enamora de la bella poliamorosa, Manu descubre que despotricar de esa forma de amor en su canal de YouTube le proporciona inusitadas cantidades de seguidores...

Tiene Poliamor para principiantes evidentes carencias: el propio cañamazo del guion es endeble, con personajes muy al límite y situaciones poco creíbles y probables; claro que no jugamos en el campo del realismo, sino en el de la comedia, en el que vale casi todo. Así, la película funciona a ráfagas, con algunas escenas muy cómicas, como la del parque en la que Satur y Manu llegan por primera vez a una reunión de poliamorosos (que parece enteramente como las de Alcohólicos Anónimos, pero en plan rijoso...), divertida a fuer de contraponer los esquemas tradicionales de los dos varones, padre e hijo, insertados en un grupo que, en cuestión de tendencias sexuales, es como la ONU: hay de todo...

En otros momentos la película flaquea, apostando por soluciones de guion supuestamente cómicas pero ya más que sobadas (uy, perdón, dado el tema...). Predecible, entonces, sin embargo la trama se sigue con benevolencia, dejándose uno en el camino algunas sonrisas que es, al fin y al cabo, a lo que entendemos aspiraba Colomo y su equipo, hacer una comedia taquillera que llene los cines. Parece que no lo va a conseguir, por esta pandemia que ha desertizado las salas de cine y llenados los formularios de suscripción de las plataformas. Probablemente tendrá un mejor recorrido comercial cuando llegue a Movistar+ o Netflix: es el signo de los tiempos, suponemos...

Con una ironía nada disimulada sobre la con frecuencia incomprensible jerga del feminismo radical y de los colectivos transexual, pansexual y otras fórmulas terminadas en –sexual, la película, sin embargo, finalmente apuesta por la libertad de elección sexual, vital, existencial, moral, por la necesidad del ser humano de realizarse como persona de la manera en la que realmente se sienta más a gusto consigo mismo.

En cuanto a la puesta en escena, Fernando Colomo es un bragado profesional que, por supuesto, conoce todos los secretos del lenguaje cinematográfico; aquí, nos parece que con buen criterio, opta por refrescar la imagen insertando de vez en cuando en pantalla las típicas onomatopeyas de viñetas, añadiendo digitalmente algunos elementos dibujados a la escena real, un poco en la línea de los gustos friquis del pipiolo protagonista, confirmando con ello que el veterano cineasta madrileño busca conectar con públicos jóvenes, no solo con los que son de su quinta o similar, intentando aproximar su película al lenguaje visual del cómic.

Aceptable trabajo actoral, con un Karra Elejalde que es mucho mejor actor cómico que dramático, como ya hemos comentado en alguna ocasión, y con el descubrimiento (hasta ahora había trabajado más bien en su tierra, Cataluña) del joven Quim Àvila, al que quizá su físico le limite en futuros empeños: habrá que seguirlo. María Pedraza, a la que la cámara, evidentemente, quiere, tiene un problema similar al de Mario Casas: tendría que mejorar su dicción y su declamación, porque a veces no es fácil seguir sus diálogos.

(26-05-2021)


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97'

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Poliamor para principiantes - by , May 26, 2021
2 / 5 stars
Funciona a ráfagas