Enrique Colmena

Coincidiendo con las fechas en las que se celebra el llamado Día del Orgullo Gay (ahora Orgullo LGTBI), volvemos a hacer un repaso, como venimos haciendo desde hace ya cinco años (el lector interesado puede leer esos artículos pinchando en las siguientes cifras: 2018-2019; 2019-2020; 2020-2021, I y II; y 2021-2022, I y II), sobre el cine en el que esa temática es preponderante o, al menos, significativa. Como otros años, esta vez también dividiremos este somero análisis en dos capítulos: en este primero hablaremos de cómo el cine de gran presupuesto USA se ha apuntado al cine con personajes gays o lésbicos; en el segundo comentaremos el cine “indie” yanqui que ha tratado el tema, además de glosar algunos títulos sobre esta temática hechos en Europa y otras zonas del mundo.

No está de más, aunque es bastante conocida, que contemos la génesis de ese día: el 28 de junio de 1969 se produjo una redada policial en el Stonewall Inn, pub del neoyorquino Greenwich Village, generalmente frecuentado por homosexuales, trans, drags y chaperos. Esas redadas, que eran relativamente frecuentes en la época, en la que el Estado, pero también la sociedad en su mayoría, consideraban a gais, lesbianas y transexuales como pervertidos y depravados, se encontraron sin embargo ese día con una resistencia más que apreciable: en un contexto de luchas por los derechos civiles en otros ámbitos de la sociedad (antirracismo, antibelicismo, hipismo), aquellos que en otras ocasiones obedecieron como corderitos a los designios arrogantes de una Policía que se sentía y creía mejor que ellos, decidieron plantar cara, dando lugar a lo que la Historia conoce como las Revueltas de Stonewall, una serie de disturbios de resistencia civil que, reforzados por gran número de ciudadanos liberales neoyorquinos, consiguieron dar a conocer al gran público la problemática de un numeroso grupo de estadounidenses reprimidos, humillados y vejados exclusivamente por su forma de amar.

Aquel día 28 de junio de 1969 algo empezó a cambiar en Norteamerica. También en el cine, que hasta entonces había tratado la homosexualidad como una desviación inaceptable, incluso en films notables (El dectective, Tempestad sobre Washington), y que solo a partir de esos hechos comenzaría a verlo de otra manera. Se suele convenir que Los chicos de la banda (1972), de William Friedkin, es el primer film de temática gay en el que los miembros del colectivo están vistos como personas normales y no como viciosos, degenerados o, en el mejor de los casos, tipos ridículos, afeminados de los que el hombre “normal” podía reírse.

A partir de ahí hay una muy larga trayectoria en la que el cine de temática LGTBI ha ido avanzando, a veces con lentitud, pero siempre muy firmemente, con frecuencia por delante de la propia sociedad.


El cine USA de gran presupuesto se hace “gay-friendly”

Llegamos a este 2022-2023 en el que hacemos el anual repaso sobre el cine de esta temática, y lo cierto es que lo que más nos ha llamado la atención es cómo el cine comercial yanqui está incorporando con toda naturalidad personajes LGTBI en sus historias, acompasando, es cierto, sus films con el avance de la sociedad en general y la aceptación plena de las personas de tales orientaciones sexuales. Podríamos decir, efectivamente, que el cine yanqui de gran presupuesto se ha hecho “gay-friendly”, amistoso con los gays (y LGTBI en general, se entiende...).

Así, llama la atención que, por ejemplo, la producción anglo-norteamericana Animales fantásticos. Los secretos de Dumbledore, dirigida por el habitual director de estas franquicias, David Yates, tercera de este nuevo esqueje del cine originado en la saga de Harry Potter, ponga en pantalla, con toda normalidad, la relación homosexual entre un joven Albus Dumbledore, que posteriormente será en las películas del pequeño mago una figura relevante y tremendamente positiva, y el hechicero Grindelwald; aunque esa relación se había insinuado en capítulos anteriores de este “spin-off”, aquí se habla de ello de forma totalmente clara y abierta. Teniendo en cuenta que la película ha contado con un mastodóntico presupuesto de 200 millones de dólares, y que su público objetivo principal es el infantil, el hecho de incluir esa relación homoerótica en personajes de primera fila del film supone, o eso nos parece, un salto cualitativo importante en la asunción social de la homofilia, del amor entre personas del mismo sexo.

También es todo un “blockbuster” Mundo extraño, con dirección de Don Hall y Qui Nguyen, el “cartoon” Disney de este año, con un presupuesto asimismo gigantesco, de 120 millones de dólares, y también aquí encontramos uno de los personajes, el adolescente Ethan, que resulta estar enamorado de un chico de su edad; si pensamos que Disney ha sido siempre el epítome del conservadurismo, de la mojigatería, tanto en sus películas de animación como en las de imagen real, resulta aún más llamativo que la Casa del Ratón, bien directamente, como es el caso, bien a través de su filial Pixar (recordemos el personaje lésbico de Lightyear, de 2021), esté dando pasos de gigante en su aceptación de una sociedad diversa. Eso sí, que nadie espere, al menos por ahora, que en Disney se vaya más allá de una “homosexualidad verbal”, sin representar en ningún momento nada físico, ni un mero beso...

Aunque de forma tangencial, también otro “blockbuster”, Thor: Love and Thunder, dirigido por el neozelandés Taika Waititi, con un presupuesto de 250 millones de dólares, toca el universo LGTBI, en este caso en la figura de Valkyrie, uno de los personajes secundarios, declaradamente bisexual.

También de forma secundaria pero bastante evidente, y ya jugando en otra liga, aunque siguiendo con el cine puramente comercial, Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion, la secuela del divertido thriller manieristamente agathachristieano Puñales por la espalda, ambos dirigidos por Rian Johnson, con un presupuesto mucho más modesto (40 millones de dólares, con lo que en España se hacen diez películas medias), presenta la apenas velada homosexualidad de su protagonista, el detective Benoit Blanc, encarnado por Daniel Craig, especialmente en una escena con un breve cameo de Hugh Grant, aquí revelado como la pareja gay del famoso investigador privado.

Ilustración: Daniel Craig, en una imagen de Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion, de Rian Johnson.

Próximo capítulo: Tomando el pulso al cine de temática LGTBI (2022-2023) (y II)