Pelicula:

Fernando Trueba debió quedar satisfecho de su colaboración con el dibujante Javier Mariscal (ya saben, el autor de Coby, el perrito cubista mascota de los Juegos Olímpicos de Barcelona’92, entre otras muchas creaciones) en el largometraje de animación Chico & Rita (2011), con un prácticamente unánime elogio de la crítica, en torno a un millón de euros de recaudación para un film sin vocación alguna de reventar taquillas, ganadora del Goya a la Mejor Película de Animación y del Premio del Cine Europeo en esa misma categoría, nominada al Oscar, ganadora de otros galardones en los Sant Jordi, Forqué, Gaudí, Annecy... Así que no es raro que haya vuelto a reincidir dirigiendo y produciendo otro “cartoon” con Mariscal, aunque ahora no haya contado en la dirección con Tono Errando, que se encargó del apartado más técnico dentro de la animación.


La historia que se nos cuenta se ambienta en nuestros días, en Nueva York, donde asistimos a la presentación de un imaginario libro titulado They shot the piano player, del que es autor un periodista norteamericano (con la voz de Jeff Goldblum, por cierto, amigo de Trueba desde que hicieron juntos El sueño del mono loco, hace más de 30 años) experto en jazz, bossa nova, samba y otros ritmos similares. En la presentación el autor narra cómo surgió el embrión del libro, mientras recopilaba material para escribir un libro sobre los ritmos brasileños de los años sesenta, y se encontró con la fascinante figura de un pianista, Francisco Tenório Jr., que tocó con los mejores cantautores de la época (Vinicius de Moraes, Caetano Veloso, Milton Nascimento, Gilberto Gil...), y que, el 18 de marzo de 1976, desapareció cuando salió de madrugada de su hotel, mientras su grupo hacía una gira por Buenos Aires, justo en los días en los que las Fuerzas Armadas argentinas dieron el golpe de estado que depuso a la presidenta constitucional María Estela Martínez de Perón. Esa desaparición, de la que solo se tuvo conocimiento de lo que ocurrió realmente años después, por la declaración de uno de los policías que intervinieron en su secuestro y posterior ejecución, es el eje central sobre el que pivota esta película, en la que Trueba & Mariscal, a ritmo de bossa nova y jazz, van indagando sobre la personalidad, la vida, la obra de este legendario pianista, considerado por algunos de los maestros que aparecen en pantalla como uno de los más grandes, si no el más grande, que haya dado Brasil.


Mariscal & Trueba, en efecto, nos van contando las peripecias, las particularidades de este artista precozmente desaparecido, alevosamente asesinado por un régimen matón que decidió que, con esa pinta de rojo (aunque hubiera salido a por cigarrillos y unos analgésicos para su amante) no podía ser otra cosa que un criminal y había que torturarlo y matarlo. Cuando se dieron cuenta de su error ya era tarde, sobre todo para el pobre Tenório Jr. Conoceremos también la tumultuosa vida personal del pianista, con familia numerosa en Río de Janeiro, pero también con una amante que le acompañaba cuando desapareció sin dejar rastro. Oiremos los testimonios (convenientemente dibujados y animados en la pantalla) de sus colegas músicos, que nos hablarán de esta peculiar personalidad dedicada en cuerpo y alma a su música, pero también a su gente, y nos enteraremos del proceso que siguió a su secuestro por un siniestro Ford Falcon (el modelo de coche que usaban los matones militares o paramilitares para capturar supuestos sospechosos de izquierdismo, que para ellos era sinónimo de terrorismo), hasta llevarlo a la macabra Escuela Superior de la Armada, la no menos siniestra ESMA donde fueron torturados y asesinados miles de personas durante el régimen dictatorial argentino entre 1976 y 1982. 


El film presenta como una de sus señas de identidad un vistoso colorido, de corte muy realista, aunque con algunos excursos oníricos o artísticos, muy apropiado para poner en imágenes una historia que trata de un ritmo tan vitalista como la bossa nova, también el jazz, una historia plagada de artistas, que Trueba & Mariscal presentan en pantalla siempre dibujados, con unos dibujos que se intuye calcan los movimientos reales, así como las palabras de los entrevistados, los cantantes y músicos citados, además de, también, otras personas, como la relaciones públicas de la actual ESMA, convertida en un museo de los horrores para que nunca más el ser humano reincida en esas bestialidades, pero también familiares y amigos de Tenório Jr.


Precisamente en esa gran profusión de entrevistas dibujadas en pantalla quizá esté el talón de Aquiles de este film, por lo demás modélico en su mensaje, con el que conoceremos la vida y trayectoria de esta estrella fugaz que fue Tenório Jr., pero también las inicuas circunstancias de su desaparición física y asesinato. Tantas entrevistas pueden funcionar más o menos bien en un documental al uso, pero este no lo es, sino un film de animación que pretende (y, en gran medida, lo consigue) reconstruir, mediante la palabra y la imagen, la existencia y obra artística de un músico precozmente desaparecido. Con todo, es un “pero” menor que no oscurece una película luminosa a pesar de que se nos cuente una tragedia. Porque, por encima del drama personal de Tenório Jr. y su familia, y del drama artístico para Brasil y para el mundo de perder los privilegiados dedos de tan exquisito músico, Dispararon al pianista nos parece una celebración de la vida, de la música como forma de vivir, de rebelarse contra las fuerzas de la Muerte. Porque la película está pespunteada de hermosos fragmentos musicales, de bellísimas composiciones que oímos en las voces inmortales de Caetano Veloso, de Vinicius de Moraes, de Milton Nascimento, de António Carlos Jobim, de Sérgio Mendes, de Joâo Gilberto, entre otros genios, y que suponen uno de los puntos fuertes del film.


Como también lo es la decisión artística de Mariscal (que, evidentemente, en esto es el que ha cortado el bacalao...), al proponer un tipo de animación que, aunque formalmente es realista, con personajes que buscan la antropomorfización, que van en pos del parecido con las personas originales a las que representan, sin embargo, en el movimiento, opta por una peculiar forma un tanto apocopada, en una decisión artística arriesgada que algunos críticos han creído incapacidad o incompetencia en el dibujo y su animación, cuando lo que realmente vemos es una formulación distinta, una resolución diferente que otorga al “cartoon” de Trueba & Mariscal una suerte de aspecto casi onírico, como de sueño en el que buceara el imaginario periodista (en realidad, el propio Trueba) que indaga, explora, analiza las circunstancias personales, familiares, artísticas, relacionales, de Tenório Jr., y las trágicas consecuencias de su forzada desaparición.


Film hermoso, entonces, con algunas irregularidades que entendemos no empañan su valía artística, confirma, por si no nos habíamos enterado, que, también en arte, el mestizaje, o la fusión (la de cine puro que representa Trueba, más el dibujo, la imagen artística de la que es estandarte Javier Mariscal), pueden dar inesperadas sorpresas, como este híbrido de denuncia política al bellísimo ritmo de la bossa nova. 


Con cuidados guiños cinéfilos puestos en imágenes (reproduciendo icónicas escenas de À bout de souffle y Los cuatrocientos golpes), pero también en el propio título, ese Dispararon al pianista que por supuesto juega con el clásico truffautiano “noir” Tirad sobre el pianista, la película de Trueba y Mariscal reafirma la validez del “cartoon”, en este caso entreverado de documental, para presentar lacerantes, auténticas historias de época o contemporáneas a través de la animación, veta explorada ya, y tan estupendamente, por films como El pan de la guerra, Josep, Vals con Bashir, Un día más con vida o Aurora’s sunrise, entre otros.


(12-10-2023)


 


Género

Duración

103'

Año de producción

Trailer

Dispararon al pianista - by , Oct 12, 2023
3 / 5 stars
Atroz denuncia al ritmo de bossa nova