(Atención: Spoilers. Si usted no ha visto en su totalidad Juego de Tronos, tiene intención de hacerlo, y no quiere que se la “destripen”, no lea más allá de esta línea).
En esta tetralogía de artículos que estamos dedicando a analizar la trayectoria de los intérpretes más significativos de Juego de Tronos, revisando lo que habían hecho antes y en qué forma puede influir su participación en la saga en su posterior carrera, hemos hecho ya, en el primer capítulo, una serie de Consideraciones generales, y en una segunda entrega hemos hablado de Los veteranos, los actores y actrices gotianos con más de 55 años.
En este tercer segmento haremos lo propio con los intérpretes de edad intermedia, en concreto los que van de los 35 a los 55 años, en los que ha basado GoT buena parte de su éxito. Así, uno de los descubrimientos de la serie para el gran público ha sido la norirlandesa Michelle Fairley, que interpreta a Catelyn Stark (nacida Tully), esposa de Ned Stark y madre de los cinco hijos del Señor de Invernalia (más un bastardo, pero esa es otra historia...). Michelle, de 54 años, había estado en su juventud en algún título importante, como Agenda oculta (1990), de Ken Loach. Después la carrera de Fairley prosiguió casi en exclusiva en series televisivas, generalmente de consumo interno británico, aparte de algún esporádico trabajo cinematográfico, como en Los otros (2001), el thriller de terror gótico de Amenábar, en un papel muy secundario; incluso estuvo, antes de recalar en Juego de Tronos, en el penúltimo capítulo de la saga del Niño Mago, Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, 1ª parte (2010), en la que interpretaba a la madre “muggle” de Hermione Granger. Tras intervenir en las tres primeras temporadas, Michelle ha visto relanzada su carrera; así, intervino en la dramedia de Stephen Frears Philomena (2013), nominada a cuatro Oscar; estuvo también en el film de aliento melvilliano En el corazón del mar (2015), de Ron Howard; y en la serie televisiva La princesa blanca, uno de los éxitos recientes de la televisión británica. Además, tiene actualmente confirmados cuatro proyectos en distintas fases de producción.
Aidan Gillen es el nombre del actor irlandés que da vida a uno de los personajes más fascinantes de Juego de Tronos, Petyr “Meñique” Baelish, consejero de la moneda, propietario de los burdeles de Desembarco del Reino, taimado entre los taimados, hombre de muchas capas, peligroso por sus contactos, enamorado desde niño de Catelyn Stark y después de su hija Sansa, un hombre que ha ascendido desde la nada a un oscuro poder en la sombra, apoyado en su fina inteligencia y nulos escrúpulos, un personaje de mil aristas que Gillen dota de grosor y sutileza. Aidan, de 51 años, ha estado en casi todas las temporadas de GoT, salvo la última. Con anterioridad lo habíamos visto, muy joven, en la notable La solitaria pasión de Judith Hearne (1987), la última película de Jack Clayton; también estuvo en un rol episódico en Círculo de amigos (1995), el generacional relato de Pat O’Connor, así como también, en este caso con un personaje protagonista, en la serie televisiva Queer as folk, drama en clave gay que le dio notoriedad. Después Gillen estará, entre otras, en una serie de culto, The wire, en un rol de reparto. Al poco tiempo de su primera aparición en Juego de Tronos estará también en un papel secundario en El caballero oscuro. La leyenda renace (2012), de Christopher Nolan, y también en la singular Calvary (2014), denso drama religioso-existencialista. Estará también en fallidos “blockbusters” como Rey Arturo: La leyenda de Excalibur (2017), que buscaba beneficiarse de su cercanía al género de “espada y brujería”, e incluso en el biopic de Freddy Mercury, Bohemian Rhapsody (2018. Como Michelle Fairley, también Aidan Gillen cuenta con cuatro proyectos en distintas fases de producción, confirmando con ello que su paso por GoT ha sido un talismán que ha revitalizado su carrera.
¿Qué decir, a estas alturas, de Peter Dinklage? El ahora popularísimo actor encarna en Juego de Tronos a Tyrion Lannister, el Enano, llamado por sus seguidores Medio Hombre (menos mal que eran sus seguidores...), tercero de los hijos de Twyn Lannister, en cuyo parto murió su madre, un personaje absolutamente fascinante, a la vez bueno y malo, aunque prevalece su parte humanista; aparece entregado a los excesos (alcohol, mujeres) por el trauma de su acondroplasia o enanismo, por el rechazo que ello produce en los demás y, sobre todo, en su padre, que le culpa de la muerte de su madre. Personaje fundamental en la serie, es sin duda el gran hallazgo de Juego de Tronos, tanto en la serie audiovisual como en la literaria. Dinklage, de 50 años, es uno de los poquísimos actores norteamericanos del reparto de GoT; antes de ser Tyrion, había tenido una más bien dispersa carrera, teniendo en cuenta que sus circunstancias físicas lo encasillaban, lógicamente, en un tipo de papel que casi nunca aparece en los productos audiovisuales. A pesar de ello, tuvo papelitos en pelis como Declaradme culpable (2006), una de las últimas de Sidney Lumet, y en las dos versiones, la inglesa y la norteamericana, de la comedia Un funeral de muerte (2007 y 2010, respectivamente), en ambas con el mismo rol, lógicamente.
Tras hacerse inmensamente popular con GoT, la aparición de Dinklage en títulos relevantes ha sido constante: ha estado en X-Men: Días del futuro pasado (2014), de Bryan Singer, en Tres anuncios en las afueras (2017), de Martin McDonagh, y en la mastodóntica Vengadores: Infinity War (2018), de los hermanos Russo. Como el resto de sus colegas gotianos, Peter Dinklage también tiene un buen número de proyectos: hasta seis le contamos, como siempre en distintas fases, todos confirmados y en marcha.
El danés Nikolaj Coster-Waldau interpreta en Juego de Tronos a Jaime Lannister, uno de los gemelos primogénitos de Twyn (la otra es Cersei), amante de su hermana, con la que tiene secretamente tres hijos, supuestamente hijos del rey Richard, esposo de Cersei. Nikolaj, de 49 años, antes de hacerse enormemente popular con este personaje también poliédrico (inicialmente un canalla que evolucionará hacia posiciones de mayor bonhomía en la serie literaria y en la audiovisual), había descollado en su país a finales del siglo pasado con un film de terror, El vigilante nocturno (1994), de Ole Bornedal, que fue muy apreciado; tras algunos otros films en su país, que no tuvieron relevancia fuera de sus fronteras, dio el salto al cine internacional con Black Hawk derribado (2001), de Ridley Scott, para quien repetiría en El reino de los cielos (2005). En la década siguiente, tras varios títulos irrelevantes, hace el papel de Paul Newman en Dos hombres y un destino, en su continuación Blackthorn. Sin destino (2011), el neowéstern de Mateo Gil, y de nuevo en Escandinavia hará el percutante thriller Headhunters (2011), sobre la novela de Jo Nesbo, que descubre el talento del director Morten Tyldum y lo pone en el escaparate. En ese mismo año se inicia su actuación en GoT, lo que le permitirá estar en el “sleeper” de terror Mamá (2013), de Andy Muschietti y, aunque en un rol de reparto, en el “blockbuster” Oblivion (2013), al servicio del “boss” Tom Cruise, e incluso, en un notable cambio de registro, en la comedia romántica No hay dos sin tres (2014), de Nick Cassavetes. De nuevo en su Escandinavia natal ha estado a las órdenes de Susanne Bier en Una segunda oportunidad (2014), y en la fantasía histórica Dioses de Egipto (2016), donde era nada menos que la deidad Horus. Habiendo estado Coster-Waldau en GoT hasta la última temporada, no ha tenido mucho tiempo para otras interpretaciones, pero acabada la serie, su nombre, ya en papeles protagónicos, está en tres proyectos en distintas fases de producción.
Si Coster-Waldau se ha hecho popular con su personaje de Jaime, qué decir de Lena Heady, cuya Cersei Lannister, su hermana gemela, es tan popular, o más, que su rol fraterno. La reina Cersei, primero consorte, después efectiva, es otro de los personajes potentísimos, artera, siempre buscando el beneficio de su familia, menos de su hermano Tyrion, al que odia estruendosamente, al que acusa de todo lo malo que le ocurre a ella o a su entorno. Heady, británica (nacida en las Bermudas), de 46 años, se estrenó en cine muy joven en El país del agua (1992), de Stephen Gyllenhaal (sí, el padre de Mary y Jake ídem). Estaría con un papel muy secundario en uno de los mejores Ivory, Lo que queda del día (1993), y en el thriller social El rostro (1997), de Antonia Bird; incluso llegó a rodar en España, a las órdenes de María Ripoll, en la comedia romántica Lluvia en los zapatos (1998). A principios de siglo Lena estuvo en la adaptación que de Patricia Highsmith hizo Liliana Cavani, El juego de Ripley (2002), con John Malkovich. Con su intervención como la Reina Gorgo en 300 (2006), de Zac Snyder, conseguirá popularidad, en una película en la que se batieron todos los records de abdominales por metro cuadrado... Poco después encarnará el icónico papel de Sarah Connor, la madre del futuro líder de la Resistencia de la saga Terminator, en la serie televisiva Terminator: Las crónicas de Sarah Connor, que la confirma como una actriz de prominente porvenir. Tras su fichaje por los directores de casting de GoT, estará en el “reboot” de Dredd (2012), en el inicio de la nueva saga de terror The purge: La noche de las bestias (2013) y en la continuación de la saga de los espartanos, 300: El origen de un imperio (2014). Su rostro ya es internacionalmente reconocido, y ello le permite incluso echarse unas risas con la muy iconoclasta Orgullo + Prejuicio + Zombies (2016), disparatada revisitación del universo de Jane Austen. Tras el final de Juego de Tronos, en la que ha estado hasta el penúltimo episodio, Lena Heady tiene ya tres proyectos en distintos niveles de producción, confirmando también que su paso por GoT ha sido todo un talismán para su carrera, que ya era más que interesante.
El caso de Pedro Pascal, de 44 años, es curioso y distinto. De origen chileno, su familia emigró a Estados Unidos siendo él niño, por lo que es bilingüe prácticamente nativo; ello le ha permitido tener una apreciable carrera en los USA. Su papel en GoT es el de Oberyn Martell, La Víbora Roja, príncipe de Dorne, que está a punto de matar a La Montaña en singular combate, aunque, como se suele decir, la confianza mató al gato. Pascal, antes de GoT, tuvo algunos papeles episódicos en series televisivas icónicas como Policías de Nueva York y Sin rastro; siguió haciendo papelitos en series hasta que, tras ser fichado por Juego de Tronos, su rostro empezó a aparecer también en la gran pantalla; así, estará junto a Matt Damon en el “blockbuster” chino La gran muralla (2016), de Zhang Yimou, pero también participará en Kingsman. El círculo de oro (2014), de Matthew Vaughn, y en El blues de Beale Street (2018). Estará también en Triple frontera (2019), aún sin estrenar, junto a Ben Affleck, y tiene dos proyectos en curso; uno de ellos, Wonder Woman 1984, la versión “vintage” de la superheroína, tiene buena pinta. El caso de Pascal quizá es de los más claros en cuanto a de qué forma tan positiva ha incidido la participación de un actor en GoT en su carrera profesional.
Carice Van Houten es holandesa, tiene 43 años y en Juego de Tronos es Melisandre, la bruja roja, sacerdotisa del Dios de la Luz, que tiene bajo su influencia a Stannis Baratheon y que, en el transcurso de la serie, tendrá decisiva influencia en algunos de los sucesos que acontecen en la serie audiovisual. Carice inició su carrera a finales del siglo pasado en su país natal, donde intervino en varios productos que no tuvieron repercusión fuera de sus fronteras, hasta que Paul Verhoeven, ya una estrella mundial de la realización, contó con ella para el thriller bélico El libro negro (2006), que la da a conocer internacionalmente. A partir de ahí podremos verlas en productos de relieve como Valkiria (2008), de Bryan Singer, con Tom Cruise, Repo Men (2010), de Miguel Sapochnik, curiosamente uno de los directores de GoT, y El héroe de Berlín (2016), sobre el famoso atleta negro Jesse Owens que desafió al mismísimo Hitler, film de Stephen Hopkins donde Van Houten será nada menos que Leni Riefenstahl, la directora de la mítica Olimpiada. Carice, que interpretó a Melisandre hasta la última temporada, tiene ya lista para su estreno Domino (2019), de Brian de Palma, donde coincide con otro actor gotiano, Nicolaj Coster-Waldau, y tiene en cartera tres nuevos proyectos en diversas fases de producción.
El nombre de Gwendoline Christie seguramente no dirá nada ni siquiera al cinéfilo más curtido. Si decimos que es la actriz que interpreta el papel de Brienne de Tarth, la guerrera que amó al rey Renly y no pudo evitar su muerte, que juró lealtad a Catelyn Stark y proteger a sus hijas, y que tendrá una relación de amor-odio con Jaime Lannister, seguramente ya le pongan cara. Porque Brienne es otro de los sugestivos personajes de GoT, una mujer cuyo deseo de ser guerrera choca con las convenciones de la época, una mujer de firmes convicciones, honesta a carta cabal, de absoluta confianza para quien tenga la suerte de contar con su palabra. Christie, 191 centímetros sin tacones, lo que evidentemente le puede limitar en sus papeles, ha sido la actriz ideal para este personaje. Inglesa de 41 años, tiene una todavía corta carrera, iniciada a mediados de la década cero de este siglo, con papelitos mínimos en films como El imaginario del doctor Parnassus (2009) y Teorema Cero (2013), ambas de Terry Gilliam. Tras su fichaje a partir de la segunda temporada de GoT, Gwendoline fue fichada para Los juegos del hambre: Sinsajo, parte 2 (2015) y nada menos que para Star Wars. Episodio VII: El despertar de la Fuerza (2015), de J.J. Abrams, y Star Wars. Episodio VIII: Los últimos Jedi (2017), de Rian Johnson. Tambien Robert Zemeckis ha contado con ella para su Bienvenidos a Marwen (2018), y tiene otros dos proyectos ya avanzados en producción; parece evidente que, sin su intervención en GoT, Christie no hubiera tenido la proyección que ha alcanzado.
Jason Momoa es otro de los escasos actores norteamericanos que intervienen en Juego de Tronos. Nacido en Hawái, Momoa tiene 40 años cuando se escriben estas líneas. Su personaje en GoT es el de Khal Drogo, el líder de los dothrakis con el que casa Daenerys Targaryen por imposición del imbécil de su hermano, Viserys, y que tendrá una precoz muerte, no sin antes aparecer como guerrero total, macho absoluto y brutal, un personaje ciertamente monolítico, lejos de la ambigüedad de muchos de los roles gotianos. Momoa se iniciaría, muy apropiadamente, dado su espectacular físico, en la serie Los vigilantes de la playa. Estuvo en algunos otros productos más bien irrelevantes hasta que, tras ser contratado para Juego de Tronos, hace su primer protagonista en un film de gran presupuesto, el “reboot” de Conan el bárbaro (2011). Estará también en una de las escasas películas de Walter Hill en los últimos tiempos, Una bala en la cabeza (2012), al servicio de Sylvester Stallone, y aparecerá por primera vez como Aquaman en Batman v Superman: El amanecer de la justicia (2016), papel que repetirá en La liga de la Justicia (2017), para tener todo el protagonismo en Aquaman (2018), de James Wan, que lo entroniza ya como una estrella del universo DC Comics, en una producción que recaudó más de mil millones de dólares en todo el mundo. Tiene cuatro proyectos, de los que dos son firmes: uno es nada menos que la nueva versión de Dune, la novela de Frank Herbert que llevó a la pantalla David Lynch en los ochenta, y que ahora está rodando de nuevo Denis Villeneuve.
La británica Natalie Dormer ha sido una de las más agradables sorpresas de Juego de Tronos. Tiene actualmente 37 años, y su personaje de Margaery Tyrell, a la que podemos llamar “reina virgen” (casada con Renly y Joffrey, ninguno de los dos consumó el matrimonio, aunque sí el tercero, el adolescente Tommen), es de los más llamativos por su inteligencia y capacidad de maniobrar para conseguir sus objetivos, casi siempre bajo la férula de su abuela, la astuta Olenna Tyrell. Dormer comenzó a interpretar a mediados de los años cero del siglo XXI. En esa época sus títulos más significativos fueron Un plan brillante (2007), de Michael Radford, con Michael Caine y Demi Moore, y la serie televisiva Los Tudor, donde sería Ana Bolena. Estará después en uno de los “blockbuster” de Marvel, Capitán América: El primer vengador (2011), y en Wallis y Eduardo: El romance del siglo (2011), donde interpretará a la entonces princesa Isabel. Fichada a partir de la segunda temporada hasta la sexta, durante la grabación de las mismas Dormer estará en varios productos relevantes, como el biopic de los pilotos Lauda y Hunt, Rush (2013), de Ron Howard, El consejero (2013), el thriller de Ridley Scott, y en las dos partes de Los juegos del hambre: Sinsajo (2014-2015). Tras su aparición en la serie, ha coprotagonizado, en pie de igualdad con las estrellas Mel Gibson y Sean Penn, Entre la razón y la locura (2019), y estará, entre otros proyectos, en la serie televisiva que se está grabando sobre la mítica Cristal Oscuro (1982), de Jim Henson y Frank Oz, que llevará el título de Cristal Oscuro: La era de la resistencia.
Ilustración: Peter Dinklage y Lena Heady, caracterizados como Tyrion y Cersei Lannister, en una escena de Juego de Tronos.
Próximo capítulo: Actores y actrices de “Juego de Tronos”: Antes, después (y IV). Los jóvenes